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sábado, 1 de febrero de 2020

Uroboros Parte 1

WARNING WARNING
Esta reseña puede contener spoilers, por favor, leed primero el cómic y después la reseña (vamos, lo lógico y normal, pero quien avisa no es traidor...)

Vale, ¿lo habéis leído ya? Que empezamos, ¿eh?

Ahora sí que sí, ¿eh?

Que va... se viene...

3...

2...

1...

Yo no es por nada pero
si a Salami no le mola tu
piedra rara será por algo.
Uroboros es una historia que tenía muchísimas ganas de leer porque Ernest Sala ya nos puso los dientes largos mostrando algunas páginas en Twitter. El diseño de personajes es tan redondito que te dan unas ganas de abrazar a Hans que no veas y funciona de forma perfecta a la vista sobre todo cuando lo mezclamos con unos fondos llenos de detalles. Este equilibrio entre un trazo más complejo y otro más sencillo crea un ambiente perfecto para una historia como Uroboros. En este sentido me han gustado especialmente esas páginas semioscuras con las que juega tanto con las sombras y las proyecciones de luz, no sé si porque esa clase de dibujo siempre me ha llamado la atención y me he flipado con las direcciones de la tinta. Además el perrete se llama Salami, a mí con eso ya me ha ganado y ya estoy rellenando los papeles de adopción (no me da la casa para tanto personaje que quiero adoptar de esta revista eh).

Con respecto a la trama, de momento solo tenemos la primera parte por lo que aquí quiero simplemente comentar un par de cosas y cuando tengamos la segunda ya hablaré un poco más sobre la historia en general. Pero cabe apuntar que desde un principio se nos advierte sobre la avaricia humana y hasta Sir Hans comienza a notar que hay algo que no encaja en todo ese encargo, por lo que seguramente en la segunda parte descubriremos que no todo es lo que parece. Que a ver yo para empezar no me fiaría mucho del rey si Salami le está gruñendo. Sobre todo cuando el dragón resulta ser una cosa tan adorable como lo es Uroboros, que además solo está intentando proteger un pobre huevo. Eso no quita que sin duda Sir Hans es un personaje muy entrañable con su noble Salami y su espadilla de pollo. Espada que, si no estoy equivocada, ya vemos en un comienzo al fondo junto otras muchas espadas (una de ellas muy parecida a la espada de Link en The Legend of Zelda: Spirit Tracks). No sé si ésto es intencionado o estoy siendo muy puntillosa, pero Ernest solo te digo una cosa: puedes cargarte al rey todo lo que quieras, ¡pero al perro no!
¿Coincidencia? Quizás...

Pili
 🌙

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