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sábado, 16 de mayo de 2020

ESPECIAL JAPÓN: ENOSHIMA

Seguramente si leíste la entrada anterior y viste la foto del tren Enoden, querrías montarte en él, así que voy a ponerte la excusa perfecta para viajar en este tren tan kawaii... y es ni más ni menos que ir a explorar Enoshima Junko.

Enoshima es una pequeña isla perteneciente a la prefectura de Kanagawa y, por lo tanto, muy cercana a Kamakura, que os dejará maravillados. Es un lugar muy popular entre las parejas, ya que esconde varios elementos que aseguran la prosperidad de la relación y aparte las vistas que ofrece del Monte Fuji son muy románticas 💞. También es muy popular entre los surferos y los bañistas. Definitivamente un lugar recomendadísimo a la hora de organizar nuestro viaje.



Hay varias maneras de llegar: la primera es con el Enoden desde Kamakura o incluso desde Shinjuku; también se puede ir en metro desde la línea Odakyu que te deja en el mismo Enoshima; o utilizar el Shonan Monorail, un tren suspendido en el aire muy guay, sin embargo habría que hacer trasbordo en la estación de Ofuna. Yo os recomiendo ir en Enoden y volver en Shonan Monorail o al revés, ¡así vivís una experiencia doble!

Bueno, una vez sabemos cómo llegar, vamos al meollo. El orden de los monumentos que vais a ver en esta entrada no es arbitrario, tiene sentido, os lo juro. Están ordenados por orden de llegada.

Puesto que Enoshima es una isla y no os he comentado nada de barcos, de alguna otra forma tendremos que acceder, ¿no? Esta forma es a través del Puente Benten, un puente dedicado a la diosa  Benten, de la que luego hablaremos. El puente Benten es una vía de unos 400 metros que comunica la ciudad con la isla. El paseo es precioso y no excesivamente largo y más cuando vas distraído por la belleza de las flores y las estatuas que lo adornan.

Enoshima Benten Bridge (Fujisawa) - 2020 All You Need to Know ...
Vamoos, que ya llegamos

Una vez cruzado el puente, llegamos a la calle Benten-Nakamise. Una calle de 180 metros aproximadamente de pendiente ascendente, que nos recibe con un torii enorme de color bronce desgastado tirando a verdoso y que nos da la bienvenida a la isla. Esta calle está plagada de establecimientos de comida especialmente del tradicional shirasu, es decir, pescado seco, y tiendas varias de recuerdos. La verdad es que al ser una calle bastante estrecha, está siempre muy transitada.

Benzaiten Nakamise-dori Street - My CHAPTERS | SHARES
Calle Benten Nakamise

La calle Benten-Nakamise nos conduce hasta el Santuario de Enoshima (abarca toda la isla y está conformado a su vez por tres santuarios: el Hetsunomiya, el Nakatsunomiya y el Okutsunomiya)  que, como es de costumbre, nos da la bienvenida de nuevo con un torii monstruoso, esta vez de color rojo tradicional. Después de pasar por el torii vemos otra puerta gigante con un estilo arquitectónico totalmente diferente a los torii tradicionales, y es que esta puerta sigue el estilo arquitectónico de la mitología japonesa del castillo Ryugu, un castillo submarino perteneciente al dios dragón del mar.

7 Cosas que Hacer en Enoshima – Santuarios, Cocina Local y ...
¿Qué puerta os gusta más? ¿El torii o la tradicional china?

Una vez llegados a este punto, nos encontramos ante la tesitura de elegir entre tres caminos de subida a la isla. Es una elección crucial, así que sigue leyendo. Bien, puesto que la isla de Enoshima está alzada en una montaña, es evidente que hay que sabel subil y bajal (remember año 2014, no me he podido resistir, pido perdón, no volverá a suceder), en fin, estas tres opciones son: 1) subir a pie la cuesta Otokozaka, la que encontramos inmediatamente después de cruzar la puerta; 2) subir a pie por la cuesta Onnazaka; y 3) subir por unas escaleras mecánicas que nos llevan a la cima. Personalmente, os recomendaría subir por las escaleras mecánicas, ya que es un buen paseo, y bajar por la cuesta Onnazaka, ya que es la cuesta utilizada para la bajada por excelencia, debido a las vistas que ofrece. Muchos diréis, bueno, también podríamos subil y bajal por las escaleras mecánicas (ya paro, de verdad mentira), pero no, amigos, las escaleras mecánicas son solo de subida, así que no os quejéis que por lo menos nos cubren la parte más dura del trayecto.

Una vez arriba, lo primero que vemos es la estatua de la diosa Benten, la estatua de un dragón y la estatua de unos niños pertenecientes a la leyenda de Enoshima y que contaremos más abajo cuando hablemos de las Cuevas Iwaya.

El gran Buda de Kamakura y la isla de Enoshima – Los Viajes de Gonzalo
La del dragón es mi favorita 💞

El primer santuario que encontramos es el Santuario Hentsunomiya (津宮手水舎 o へんつのみやしゅすいしゃ) , el primer complejo que forma parte del santuario de Enoshima. Este santuario se construyó originalmente en 1206, sin embargo el que vemos hoy en día es una reconstrucción de 1976. Está dedicado a la deidad de las tres hermanas. Y uno de los motivos por lo que está tan solicitado es por el círculo Chinowa, un elemento que se encuentra en el exterior del santuario y que se trata de un elemento de bendiciones que asegura purificar las almas antes de entrar en el santuario, hasta aquí todo normal, pero este círculo en concreto asegura la felicidad de una pareja si entras cogido de la mano de tu pareja y lo cruzas de una forma determinada. Normal que sea tan popular entre las parejas japonesas.

ศาลเจ้าเอะโนะชิมะ จินจา - Kanagawa - Japan Travel
Círculo Chinowa con el Santuario Hentsunomiya de fondo

Justo al lado de este santuario, encontramos el Salón Hoanden, el lugar donde se encuentran las dos estatuas de Benzaiten (también conocida como Benten): Happi Benzaiten, la estatua donada en 1182 por Minamoto Toritomo; y la Hadaka Benzaiten, la estatua de la diosa Benten desnuda de origen desconocido donada al santuario en el periodo Edo. Está prohibido hacer fotos del interior.

Emprendemos de nuevo nuestro camino disfrutando de las vistas y llegamos al Santuario Nakatsunomiya (江島神社 中津宮 o なかつのみや). El segundo complejo del Santuario de Enoshima. Se construyó en el año 853 y posteriormente, en 1689 fue mandado a reconstruir por el shogun Tokugawa Tsunayoshi. Finalmente, la apariencia que vemos actualmente es la reconstrucción de 1996. La diosa Benten aparte de ser la diosa del mar, también es la diosa del arte, por lo tanto, no se hace extraño cuando nos enteramos de que este santuario está estrechamente relacionado con el teatro, tanto es así, que una de sus principales atracciones son dos lámparas de piedra tradicionales que encontramos en la entrada del santuario. Estas lámparas las donaron en el periodo Edo dos teatros kabuki, el de Ichimuraza y el de Nakamuraza. Y como agradecimiento ante tal gesto, el santuario cuenta con un monumento expresamente dedicado al teatro Kabuki.

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Santuario Nakatsunomiya y lámpara de teatro


Justo antes de llegar a la cima, ya podemos vislumbrar el famoso Faro de Enoshima, pero antes nos toparemos con un lugar realmente bello, en el que es evitable no detenerse a mirar. Hablamos del jardín de Plantas Tropicales de Enoshima o el jardín Samuel Cocking. Estos dos nombres por los que se le conoce hablan por sí solos, y es que este lugar es un jardín botánico que formó parte de la vivienda de Samuel Cocking, un comerciante británico que compró parte de la isla en el siglo XIX. Este personaje es muy famoso en Japón por su jardín, pero no tanto por su importante labor para con el país nipón, motivo por el cual tiene un jardín a su nombre. ¿Queréis saber cuál es? Veenga... os lo contamos. Resulta que Cocking estaba especializado en comerciar con antigüedades, curiosidades y sobretodo químicos y medicamentos. Así que os podéis hacer una idea de la importancia de tener medicinas en esa época, de modo que, gracias a él, Japón obtuvo un desinfectante especialmente potente contra el cólera. Otras de sus introducciones al país que se le atribuyen son jabones y hasta las bicicletas y las bombillas... todo un visionario para su época, normal que le dedicaran el jardín. 
Como peculiaridad del jardín en sí, podemos mencionar que contaba con un invernadero de unos 660 m cuadrados repleto de plantas tropicales, el cual fue destruido por el Gran Terremoto de 1923. Sin embargo, en 2002, durante unas excavaciones se hallaron los restos de su planta original de ladrillo y su caldera de calefacción. Así que un año después, se restauró por completo el jardín y se abrió al público


Jardines Samuel Cocking

Ahora sí, llegamos al símbolo de la isla, su modernista faro. He de decir que antes de tener una vista del faro y habiendo visto el panorama general de la isla, me esperaba que fuese el típico faro antiguo que hemos visto mil veces retratado en novelas y películas (os hacéis una idea de lo que digo, ¿no?). Pero nada más lejos de la realidad, el faro de Enoshima es un faro con una peculiar forma compuesto por cristaleras que nos proporcionan una vista del mar Pacífico, del Monte Fuji y de la ciudad que no querrás bajar en la vida. 
El nombre oficial del faro sería algo así como la "vela de mar de Enoshima" y es que su forma simula la forma de un cirio o de una antorcha. Tiene dos pisos con miradores abiertos y cerrados en cada uno de ellos y se puede acceder a él mediante las escaleras convencionales o mediante un ascensor. 
Es un faro muy peculiar no solo por su forma, sino por su forma de proyectar la luz y es que, como hemos dicho antes, no es el típico faro que proyecta un torrente de luz hacia el mar a través de un foco, sino que el propio faro es el que irradia la luz. Así que no es ninguna sorpresa que la gente se espere a que caiga la noche para poder sacar su foto con el faro iluminado.


Expectativa vs Realidad (esta vez la realidad superó a la ficción)


Bueno, una vez en la cima ahora es cuestión de bajar, pero antes de retroceder hasta la calle Bente-Nakamise, os recomendamos bajar por el otro lado de la ladera para seguir descubriendo más puntos mágicos de la isla. 

Así que bajando en esa dirección, vemos el Enoshima Daishi, el único templo budista de la isla. Y es que durante el periodo Meiji, Enoshima sufrió una separación de religiones, resultando en fieles a la religión sintoísta y fieles a la religión budista. Así que la isla en su totalidad cuenta con santuarios para venerar a dioses sintoístas, a excepción de este templo que se recuperó en 1993. Como era de esperar por la fecha de construcción del templo, sigue un estilo mucho más modernista que otros templos budistas. Y por si eso fuera poco para atraer nuestra atención, este templo es famoso por su estatua de 6 metros de altura del dios Fundomyo.


En foto parecen pequeñitos, pero en realidad son enormes y monstruosos

Seguimos nuestra bajada y nos encontramos con otro núcleo de tiendas de alimentos y de restaurantes, la verdad es que se agradece porque a estas alturas los pies ya escuecen, así que no hacemos ascos a una pequeña distracción. 


¡Ya se vuelve a ver el mar!

Por fin, nos encontramos con el tercer y último santuario de Enoshima, el Okutsunomiya (
江島神社 奥津宮 o おくつのみや). Este santuario es el más antiguo de la isla.
江島神社・奥津宮(藤沢市/江ノ島)の御朱印と見どころ - 神社と御朱印 ...
Santuario Okutsunomiya

Al lado del santuario de Okutsunomiya, se abre un camino que nos conduce a la "colina de los amantes". Un precioso paseo por el cual las parejas se pierden hasta encontrar la Campana del Dragón del Amor. Y es que cuenta la leyenda, que si tocas la campana con tu amor, pasaréis toda la eternidad juntos. Actualmente, si en sí el tocar juntos la campana no es lo suficiente cheesy para ti, también puedes poner un candado en la verja con tu nombre y el del tu amante... se ha puesto muy de moda.
Tanto por conocer: Campana del Dragón Enamorado (Ryuren no Kane ...
¡Cuánto amor! 💓

Y llegamos a la última atracción de la isla: las Cuevas Iwaya. Erosionadas por la fuerza del mar durante siglos, las Cuevas de Iwaya son dos aperturas en la roca de más de 152 metros y 56 metros de profundidad respectivamente. Estas cuevas han sido durante mucho tiempo el lugar de congregación de muchos fieles de la fe de Benzaiten, que hicieron de estas cuevas su lugar sagrado predilecto. 

Hoy en día, las cuevas son un lugar turístico muy popular y es que a través de los paneles informativos de su interior podemos hacernos a la idea de cómo ha evolucionado la historia y la cultura de Enoshima a lo largo de los siglos.
El paraje está dividido en dos cuevas: la cueva 1 y la cueva 2
A su vez, la cueva 1 se divide en dos caminos diferentes. Algunas personas dicen que el punto más profundo de la camino izquierdo conduce a la "Cueva de hielo de Narusawa" en el Monte Fuji. En la parte posterior del camino derecho, se encuentra el lugar de nacimiento del Santuario de Enoshima. Se dice que en el pasado, durante una visita a las cuevas, Benzaiten se le apareció al monje budista Kobo Daishi (también conocido como Kukai) y, en otra ocasión, a Minamoto no Yoritomo que acudió al lugar para rezar por la victoria en batalla.


Interior de las cuevas

A día de hoy, las cuevas son conocidas como el lugar espiritual por excelencia de Enoshima. En ellas, podemos contemplar unas estatuas de piedra que donaron los peregrinos consideradas patrimonio cultural, histórico y etnológico de Enoshima. En una de las cuevas, observamos estatuas budistas y en la otra, que está dedicada al dragón Gozuryu, una estatua del mismo.


¡Es tan guaaay! ¡Me lo quiero llevar a casaaaa!😍


Benzaiten by yoso tattoo | Dioses, Mandalas, TatuajesY es que según cuenta la leyenda, hace mucho tiempo un dragón de cinco cabezas tuvo atemorizados a los habitantes de la zona durante doscientos años. Este dragón, denominado Gozuryu, vivía en las profundidades de las montañas de Koshigoe y se dedicaba a secuestrar niños.

Un día, el cielo estalló en una gran tormenta que impedía la visibilidad acompañada de un gran seísmo. Cuando la tierra y el mar volvieron en calma y se despejó el cielo, los habitantes del lugar distinguieron una figura femenina descendiendo del cielo. Era la diosa Benzaiten. A lo lejos también pudo vislumbrarse una isla que había emergido del mar, la isla de residencia de la diosa. (Ya os podéis imaginar cómo se llamaba la isla...)

Gozuryu, al ver a la doncella, se quedó irremediablemente prendado de ella e inmediatamente le pidió matrimonio. Benzaiten accedió a cambio de que el dragón dejara de perseguir a la gente de Koshigoe, y así lo hizo. De ese momento en adelante, Gozuryu prometió velar por la isla que una vez había aterrorizado.


Cuando a Gozuryu le llegó su hora, se dejó caer cerca de Fukasawa, un pueblo cercano a las inmediaciones. Su cuerpo era tan desmesurado que su cabeza se extendía hasta donde ahora se sitúa el Templo Ryuko de Fukawasa y su cola hasta las colinas entra Kamakura y Enoshima. Y es que mucha gente dice que si miras detenidamente la forma de estas colinas, puedes llegar a distinguir la forma del dragón.


Bueno, y hasta aquí la entrada de hoy. Espero que os haya gustado mucho la visita a la isla de Enoshima. La verdad es que tiene algo especial y la leyenda de Gozuryu y Benzaiten es mágica, pero lo que la hace todavía más mágica es todos los detalles escondidos y no tan escondidos de la leyenda que podemos ver por toda la isla. Y el mar Pacífico... a ver, yo vivo en Valencia al lado del mar, pero nunca antes me había impresionado tanto... no sé por qué, quizá por la lejanía de casa o por el conjunto de la isla en sí, pero os juro que viendo ese mar, me dio la sensación de poder ver una sirena en cualquier momento 😍


Ella, la sirena 

Y sin más que decir, muchas gracias por leer la entrada. La semana que viene exploraremos Nikko, una pequeña ciudad con multitud de lugares icónicos.

Stay tuned! またらいしゅう (mata raishuu = hasta la semana que viene)

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