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viernes, 5 de junio de 2020

Uroboros: Parte 2

WARNING WARNING
Esta reseña puede contener spoilers, por favor, leed primero el cómic y después la reseña (vamos, lo lógico y normal, pero quien avisa no es traidor...)

Vale, ¿lo habéis leído ya? Que empezamos, ¿eh?

Ahora sí que sí, ¿eh?

Que va... se viene...

3...

2...

1...

I see what you did there.

¡Ay esa espada! ¡LA ESPADA! Sabía yo cuando lo leí que me sonaba muy raro aquello y que Ernest nos estaba poniendo una pistilla por ahí. Y es que lo que nos parecía en un principio el pasado resulta ser el futuro, mostrandonos un ciclo interminable como una serpiente que se muerde la cola. Como un uroboros. Desde luego son estos detalles los que dan riqueza a la historia. Pongamos como un ejemplo las lámparas que en un principio vemos como simple bolas de luz a los que no le damos un segundo pensamiento. Pero resultan ser una parte indispensable de la historia pues nos muestra precisamente cuentas veces se ha repetido este ritual, sacrificando la vida de esos caballeros una y otra vez para que su rey pueda seguir viviendo.


La escena en la que el intercambio se cumple, con la pieda del rey y la de Uroboros brillando es preciosa, con las distintas gamas de color de la piedra mostrando como reaccionan la una a la otra. Más sobre todo cuando a su lado vemos la escena de como Sir Hans pierde la vida por la explosión, cambiando de un dibujo aparéntemente adorable a uno más inquietante, lo que nos enseña el contaste que tiene este cómic. Incluso las palabras del rey cuando dice: "El hombre es débil por naturaleza y se deja atrapar por las tentaciones" tiene su miga porque él mismo ha caído bajo la tentación de la inmortalidad y usa la excusa del bien de su reino para excusar su crueldad y su manipulación.
¿A que eso note lo esperabas?
Porque no todo es tan simple como parece y aunque el rey obviamente es cupable de crear y matener este ciclo de sacrificio, tampoco están libres de culpa los caballeros que buscando fama han decidido cazar a una criatura inocente. ¡Que ya ves tú que habrá hecho el pobre Uroboros que estaba tan tranquilo protegiendo su huevo! Además si nos fijamos la pobre criatura no puede siquiera huir de su encierro, está condenada a ser cazada una y otra vez mientras se aprovechan. Si es que Sir Hans tenía que haber hecho caso a Salami que ya le olía a él esto muy raro y le estaba avisando. Me da un poco de pena pensar que el pobre va a estar esperando a su dueño sin que vuelva, pero seguro que en cuanto lo vean alguien lo adopta y se dedica a mimarlo mucho (me ofrezco voluntaria como tributo).
¡Free the dragon!



Pili 🌙

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