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miércoles, 21 de octubre de 2020

The Pillows!

WARNING WARNING
Esta reseña puede contener spoilers, por favor, leed primero el cómic y después la reseña (vamos, lo lógico y normal, pero quien avisa no es traidor...)

Vale, ¿lo habéis leído ya? Que empezamos, ¿eh?

Ahora sí que sí, ¿eh?

Que va... se viene...

3...

2...

1...

I see what you did there, Carlos
Se estrena Carlos Morenos en la revista Planeta Manga con la historia Los Almohadas The Pillows! Que aunque tengan nombre de un grupo de rock de los 90 en realidad son un grupo de chavales que se han visto de repente en mitad de un desastre "natural" (vamos a llamarle natural por falta de saber qué demonios le ha pasado a la ciudad). Por lo que parece, además, se trata de un futuro muy distante porque ya están discutiendo el final de One Piece y todos sabemos que eso no va a pasar hasta dentro de 10.000 años, junto con otros detallitos curiosos cof cof Coronavirus.

Los personajes son sin duda uno de los puntos más fuertes de la historia porque tenemos a seis protagonistas que se alimentan básicamente de los estereotipos de personaje más comunes. El líder por supuesto es el chico shonen mega friki con su bandanita de Naruto y sus espadas a lo Zoro, de esos alegres que te encantaría que fuesen amigos tuyos. Tenemos también a la mamá del grupo, al antisocial guaperas así en plan Satsuke, un delincuente japonés con su tupe a lo Josuke (como me hubiese gustado que Carlos no hubiese descartado el peine en los bocetos), una niña súper cuqui que quieres proteger ante todo y un niño majete que intenta que todos se lleven bien (buena suerte amigo). Y es que precisamente el hecho de conocer ya el carácter de estos personajes funciona muy bien para una historia corta en la que no tenemos tanto tiempo para conocerlos y sinceramente la forma que ha tenido el autor de representar sus interacciones entre ellos hace que sean muy divertidos de leer.

Quiero adoptar a cada uno de estos niños, help


Me da cierta pena que solo tengamos un capítulo o más bien una introducción, porque de hecho el kanji que utiliza como título se puede traducir como almohada, pero también como introducción. Y es que al fin y al cabo apenas nos da tiempo de captar un universo que tiene pinta de ser muy interesante, sobre todo porque lo emocionante nos lo dejan para el final y cuando llegamos al final de la pagoda tenemos ganas de más. Que por cierto, detalle muy chulo el de explicar los niveles de la pagoda y aun todavía más el de que Jun se identifique como un chico. No sé si la intención era que lo viéramos como un chico trans, pero a partir de ahora para mí lo es. En general es una historia que se disfruta, pero de la que nos gustaría haber podido ver más.





Pili 🌙

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