Rondallas: La Hueste

 

WARNING WARNING Esta reseña puede contener spoilers, por favor, leed primero el cómic y después la reseña (vamos, lo lógico y normal, pero quien avisa no es traidor...) Vale, ¿lo habéis leído ya? Que empezamos, ¿eh? Ahora sí que sí, ¿eh? Que va... se viene... 3... 2... 1...

No es la primera vez que vemos en la revista Planeta Manga la interpretación de una leyenda. Y de verdad que lo agradecemos porque es una forma muy amena y entretenida de descubrir aspectos de diferentes culturas. Esta leyenda en concreto le viene que ni pintada al estilo artístico de Santi Casas, vamos, que no podría haber elegido una leyenda más apropiada para él que La Hueste.

Y ¿por qué decimos esto? Básicamente por la forma en la que escribe Santi, tan solemne, con tanta claridad pero a la vez utilizando un lenguaje muy ceremonioso digno de un sabio que le cuenta una leyenda a su discípulo. Por otra parte, ya le hemos visto en ocasiones anteriores adentrarse en el mundo bélico con Lobero, historia que nos dejaba escenas de acción increíblemente ejecutadas y detalladas. Y como era de esperar, en este caso no defrauda dándole un aspecto salvaje e imparable al ejército invasor, que finalmente veremos cómo solo puede ser detenido por la propia Hueste y por el acto heroico de un joven dispuesto a sacrificarse para salvar a su pueblo.

"Y no hay mayor drama que la guerra"

Es increíble también cómo plasma a los integrantes de La Hueste, dándoles un aspecto completamente aterrador y sobrenatural, y es que no era una tarea fácil si tenemos en cuenta que La Hueste debía ser más aterradora que el propio ejército invasor, con los que ya había dejado el listón muy alto. Sin embargo, para mí el más aterrador es sin duda el príncipe porque antes de su sacrificio tiene un rostro angelical que va de la mano con su también angelical actitud, pero cuando realiza el sacrificio adquiere un papel muy importante como miembro de la Hueste y se convierte en el más despiadado de todos. Además su rostro, que aparentemente no cambia demasiado, se vuelve carente de vida y completamente calculador. Y es que no hay nada más aterrador que cuando una buena persona, pierde su sensibilidad y se convierte en un sirviente de la muerte (aunque sus motivos fueran muy nobles).

En definitiva, aunque La Hueste tenga miles de nombres diferentes, el trabajo de Santi Casas solo puede definirse con una palabra y es ¡Espectacular!

Sara 👽