| WARNING WARNING Esta reseña puede contener spoilers, por favor, leed primero el cómic y después la reseña (vamos, lo lógico y normal, pero quien avisa no es traidor...)   Vale, ¿lo habéis leído ya? Que empezamos, ¿eh?Ahora sí que sí, ¿eh? Que va... se viene... 3... 2... 1... |
Adorabilidad máxima
De verdad, todo ha cambiado si comparamos los dos cómics, la temática, el género, el dibujo... Lo que nos demuestra que Santi es un mangaka de lo más versátil, no se queda en un estilo, sino que controla a la perfección cualquier reto que se le ponga por delante. Madre mía, es que parece que los dos cómics están hechos por personas totalmente diferentes. Me quito el sombrero ante Santi Casas.
Sabrina es una joven que de buena mañana se lleva un jarro de agua fría, puesto que a su hermana, que iba a pasar unos días libres con ella, le surge un inconveniente en el trabajo y no puede quedarse. Sin embargo, ésto le va a cambiar la vida a Sabrina, ya que se queda al cuidado de unos pingüinitos bebé de lo más adorables... Sabrina tiene que madurar, ahora es mamá de unos pillines que le van a traer de cabeza, en especial Pigüi, un pingüinito con la personalidad de un joven adolescente en plena edad del pavo adicto a los videojuegos. (Wait what?!, ¡¿los pingüinos también tienen la edad del pavo?! Parece que sí)
Nunca me había sentido tan representada con un pingüino xD
Por otra parte, Helena, la amiga de Sabrina, queda al cuidado de otra pingüinita, Candy, cuya personalidad choca drásticamente con la de Pigüi, una pingüinita que se hace de querer pero que a la vez es una mujer de armas tomar que no duda en reseatearle el juego a la mínima que no le hace caso.
Dios qué cara de maldad, Candy me mata xD
La verdad es que es una pena que sea una historia corta y que finalice ahí, ya que estoy segura que más de uno (me incluyo totalmente) querría saber qué más trastadas se le podrían ocurrir a Pigüi y Candy y cómo reaccionarían Sabrina y Helena ante las mismas.
Sara 👽
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