A esto me refiero con el uso de la máscara. |
En Ikigai (razón de vivir) nos vamos a encontrar una pura historia de ninjas con una ambientación maravillosa. El detalle está muy bien cuidado a la hora del diseño de personajes y la arquitectura del palacio, pues recuerda mucho a las películas de ninjas y samurais que solemos ver en televisión. Personalmente a mí también me ha recordado mucho a las cinemáticas del videojuego Tekken (decidme por dios que no soy la única que ha visto en Jigoro un poco de Heihachi). Creo que no hace falta mencionar el diseño de personajes tan sublime que ha conseguido Sara Soler, en especial con el uso de los ojos de la máscara de gato. Y es que con apenas una vestimenta sencilla ha conseguido expresar la esencia del personaje. El dibujo es muy fluido sobre todo en las peleas y a la hora de representar los movimientos de los personajes de forma que hasta el más mínimo gesto tiene una elegancia innata que es muy difícil de conseguir. Todo esto con esas onomatopeyas japonesas flotando y los gestos tan típicos del manga hacen una historia perfectamente enmarcada.
Pero es que además la trama también nos va a sorprender hasta el último momento. Al principio se nos presenta una obvia enemistad entre el clan Kingyo (pez dorado) y el clan Kageneko (sombra+gato) con ese uso de los apellido como un pequeño juego que ya nos va avisando de la relación que tienen. Hasta ahí tenemos una historia interesante, pero es que lo sorprendente viene cuando vemos que la princesa Taiga, heredera del clan Kingyo, rompe la máscara para mostrarnos a una preciosa ninja. Y es que el gato blanco no es otra que la novia de la princesa, que para poder tener un momento de paz ajenas de la enemistad de su familia finge pelear por las noches para alejarla de la fortaleza. Esa mezcla de Romeo y Julieta con chicas ninja no es fácil de conseguir, sobre todo de forma tan maestral. Solo nos queda esperar que las esperanzas de Taiga se cumplan para que ella y Hayami puedan estar juntas para siempre. Mientras tanto, tendrán que divertirse por las noches poniendo de los nervios a Jigoro.
And they lived happily ever after |
Pili 🌙