| WARNING WARNING Esta reseña puede contener spoilers, por favor, leed primero el cómic y después la reseña (vamos, lo lógico y normal, pero quien avisa no es traidor...)   Vale, ¿lo habéis leído ya? Que empezamos, ¿eh?Ahora sí que sí, ¿eh? Que va... se viene... 3... 2... 1... |
Volvemos con un habitual de la revista: Santi Casas y sus ya legendaria (jeje es un chiste) serie de historias cortas e independientes, Rondallas.
En esta ocasión se nos presenta como protagonista a (Milo de Atlantis) un joven monje un poquito arrogante, rasgo que pronto le pasará factura. Nuestro monje en cuestión asegura ser un experto en la vida, una persona muy culta que no se deja engañar por mitos o cuentos y que se considera con la suficiente entereza para superar cualquier obstáculo (Spoiler: sale mal). De modo que se adentra en un bosque en busca de una poza mágica, residencia de una hermosa joven de la que cual es advertido. Sin embargo, Milo descarta estas advertencias tildándolas de patrañas.
Te falta calle, Milo
Una vez en la poza, efectivamente, se encuentra con la dona quien intenta seducirlo y pronto el monje entrará en su juego. Viendo que el mito es real, recuerda que aquellos que se hacen con los ropajes de la dona, tendrán una vida de abundancia. Así que dicho y hecho, el monje le roba los ropajes y la dona le concede su deseo, aunque no sale como él se esperaba...
Personalmente nos encanta esta historia corta, no solo porque tenga de protagonista a una dona del agua, que es lo suficiente parecida a una sirena como para que nos haya ganado con ello, sino también por la enseñanza que transmite. Y es que los seres humanos la mayoría del tiempo nos creamos dueños y señores del planeta y actuamos simplemente por nuestro beneficio, cosa que, como en esta historia, nos hace cometer las estupideces más estúpidas. Porque si nos fijamos en el castigo de la dona y nos fijamos en el paraje en el que vive, no nos extraña que todos los árboles que allí habitan, sean otros humanos que han caído en la trampa de la avaricia.
En definitiva, esta historia merece muchísimo la pena, tanto por su historia y enseñanza como por sus excelentes ilustraciones que captan la esencia y las reacciones de los personajes a la perfección. Este Santi no decepciona nunca.
Imposible no caer en su juego
Sara 👽
