¡Hoy toca la reseña de Limbo de Ana C. Sánchez!
Parece que el arco de Nadine y Ruby está llegando a su fin y como en capítulo anterior todo se lió pero bien liado, en este vamos a encontrar acción, conversaciones que aclaran beef entre personajes y alguna que otra respuesta síiiii... ah y un final que vuelve a subir los niveles de ansiedad (¿por qué nos odias, Ana?)
Seguimos en dos dimensiones diferentes: en la primera, el interior de Nadine, Aurora y Ruby se calientan el morrito mientras aclaran las cosas. Pero en este plano, las menciones especiales van para Orión, que ya era hora de que apareciera y desvelara que Aurora es mega poderosa porque él le ha estado apoyando en las sombras (te como la cara), y Nadine que cuando vuelve en sí, arregla todo con un abrazo, y es que recordemos que Ruby es víctima de sus circunstancias y estaba claro que este conflicto se solventaría con el diálogo, pues el mal que estaba provocando lo hacía por un malentendido. Momentazo conexión de hermanas... se me ha escapado una lagrimita, per qué monas y qué pena que no vayan a poder seguir juntaas.
En la dimensión del exterior, Lieza y Sylas están dándole duro al onirio hasta que aparecen millones más y todos ponemos cara de f*ck. En fin, pero como son mega increíbles y con un estilazo que te pasas, solucionan el problema, perooo oh nooo ¡¡Auroraaaa se está poniendo fatal!! ¿Quién la salvará? Pues su novia ¡ Lieza, quién va a ser! Además se marcan una escena mega épica de "te llevo al altar" que seguimos procesándola...
Pero cuando todo marchaba relativamente bien y es que Lieza está fatal de lo suyoooo
Sara 👽
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