¡Hoy toca la reseña de Limbo de Ana C. Sánchez!
¿Aurora popular? ¿Silas de barista? ¡¿Cómo hemos llegado aquí?!
Tras el final apoteósico del arco de Nadine y Ruby, damos un salto temporal/dimensional/espacial... el caso es que llega un capítulo para aliviar tensiones JAJAJA NO. Sí que es un capítulo diferente que da un respiro a la trama pero no tiene nada de aliviante pues se nos va a plantear una nueva problemática.
Este capítulo es especial por ser el esperado crossover de Limbo con Alter Ego, dos de las series más famosas de Ana. Digamos que es una mini serie aparte y conjunta de estas dos series... jajaja qué lío. Un crossover que necesitábamos pero que no sé vosotros pero yo no sabía cómo se iba a poder realizar en cuestiones de trama, porque Limbo parte de un mundo con seres paranormales y AlterEgo se centra más en relaciones de la vida cotidiana... Pero ¿quién dijo que no habría seres paranormales en la vida cotidiana? De esta manera, Ana nos adelanta que ambas series suceden en el mismo mundo y son Elena y Noel las que se presentan ante Aurora y Lieza, que ya hacen team (gritooo) para salvar a Yune de un juego malévolo que atrapa a todo aquel que lo juega... ¿será como en SAO o habrá algún onirio inmiscuido?
De momento poco sabemos pero promete que va a haber piques entre protagonistas, pues cada una en su cómic tiene claro sus relaciones con los personajes que aparecen, ¿pero y si los juntamos todos? ¡Esto puede dar mucho juego!
Por cierto, nos encanta que Orión conserve su forma humanoide ¡porque su diseño es monísimo!
¡Deseando ver cómo inicia esta nueva saga, cómo se va desarrollando el problema que se presenta y quién tira de los pelos primero a quién!
Sara 👽
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