| WARNING WARNING Esta reseña puede contener spoilers, por favor, leed primero el cómic y después la reseña (vamos, lo lógico y normal, pero quien avisa no es traidor...)   Vale, ¿lo habéis leído ya? Que empezamos, ¿eh?Ahora sí que sí, ¿eh? Que va... se viene... 3... 2... 1... |
El nuevo capítulo de Hysteria nos abre con un personaje nuevo rodeado de una atmósfera muy distinta a la ciudad. Nina, que así se llama, es una niña que parece vivir en un apacible bosque, lejos del caos y la corrupción de la última ciudad de la Tierra. Este último mensaje lo vamos a ver repetido varias veces durante el capítulo, la noción de que Hysteria es la única ciudad que queda en el planeta, mientras que por lo visto el resto de la humanidad se reúnen en pequeñas comunidades como la de Nina. Nos queda por supuesto ver un poco más con respecto a este tema, pero creo que es muy interesante como se nos están presentando ambos mundos como contrarios del uno al otro. Que por cierto, ¿sabrán los ciudadanos de Hysteria lo que hay más allá de los muros? ¿O la ciudad les tendrá demasiado atrapados en su entramado de calles y decadencia?
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| Mira ahí todos juntitios y felices. |
Pero no olvidemos que Nina no es la única protagonista. Tras aceptar el encargo del señor Selers para descubrir el pasado de Linda nuestro malote favorito Marcus visitará el antiguo orfanato donde va a tener más que una cálida bienvenida. Ya nos habían mencionado anteriormente el novum, una droga que acaba volviéndote un caníbal con dientes largos. Esta sustancia lo más probable es que haga referencia al soma de Un mundo feliz escrito por Aldous Huxley, apellido que comparte el predecesor de Nathaniel Selers. ¿Coincidencia? No lo creo.
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| I see what you did there |
Es precisamente antes de que nos interrumpan estos amiguis fans de Crepúsculo que sabemos que Linda no es la única niña que no crece, hay tres niños más que fueron adpotados por la familia Orwell y que se encuentran en algo llamado "1984" (venga, va, si en el siguiente mencionan La naranja mecánica de Burgess me invitáis a una cerveza). Si a eso le mezclamos las extrañas visiones de Nina y un recuerdo de Marcos sobre una niña, desde luego aquí hay chicha para rato. Todo muy distópico, aunque como señora que ha estudiado literatura no veáis lo que me molan a mi esas cositas. Que por cierto, aunque solo salga en una página, que guapa está siempre Verónica.
Pili 🌙
