A ver, vamos a ser muy sinceras, esta historia no solo
tiene un gato, sino que encima tiene un perrete, así que es imposible que no
nos gustase. Estas dos mascotas han decidido aliarse para tomar cartas en el
asunto de sus dueños. Porque Ken y Akemi son vecinos y no paran de lanzarse
miraditas todo el rato, cosa de lo que Lily y Gobo están ya más que cansados. Y
claro, qué mejor que algo de drama para que el corazón se ablande (¿a alguien más le ha recordado a 101 dálmatas?)
Somos dos mascotas con un mismo destinoooo... juntar a nuestros dueños. |
El plan de las dos mascotas para emparejar a sus dueños es de lo más adorable posible, y puedo decir como señora que vive con dos gatos que no sé cómo al pobre Akemi no le da un infarto directamente cuando Gobo se marcha. A pesar de ser una historia muy cortita consigue discernir la personalidad de los dos personajes bastante bien, de manera similar a las mascotas, que son quienes nos van a narrar la historia y ese juego, un poco con Gobo tramándolo todo y Lily siguiéndole el juego. En cierto sentido parece como si tuvieran la personalidad contraria, pues tanto Lily como Akemi parecen preocuparse mucho por los demás mientras que hay algo que me dice que Ken y Gobo son un poco más seriotes. Aunque eso sí, nos deja con ganitas de saber un poco más sobre ellos y sus dinámicas, cómo se relacionan entre ellos, etc.
Quiero adoptarlos a los dos TT-TT |
Pili 🌙