En el número anterior vimos como Míriam Bonastre se metía en el oscuro mundo de Backhome para darle un toque más ligero con una divertida fiesta de Halloween. Sin embargo, ahora que tiene la oportunidad de traernos su propia historia no penséis que nos va a traer un relato similar, ni mucho menos. Para los que ya la conozcan por Hooky, sabrán que a Míriam eso de meter temas escabrosos con personajes cuquis le mola bastante. En Sybil en el Laberinto vamos a encontranos con la pequeña Sybil, una señorita que acaba de perder a su padre y cuya sirvienta, Lottie, le sugiere ir al misterioso laberinto. De hecho es curioso como a pesar del nombre realmente la protagonista de la historia es más Lottie que la propia Sybil, pues es a ella a quien vamos a acompañar en todo momento.
Pobre Lottie, no está pagado eso de buscar señoritas por laberintos rarunos |
Pero no os dejéis engañar por los personajes cuquis, porque este relato es más bien escalofriante. Es maravilloso ver cómo la autora se ha currado las expresiones más oscuras de los personajes, sobre todo con esa parte final de revelación de Sybil. Además encaja perfectamente porque ya nos ha estado avisando desde que la pobre Lottie pisó el laberinto que aquello no iba a salir bien parado. Además, aporta un tono muy chulo al personaje de Sybil pues aunque la percibamos como una niña dulce, vemos que al final está dispuesta a cosas verdaderamente aterradoras con tal de salvar a su padre, y esas son la clase de cosas que nos encantan de un relato.
Pili 🌙