Volvemos con un habitual de la revista: Santi Casas y sus ya legendaria (jeje es un chiste) serie de historias cortas e independientes, Rondallas.
En esta ocasión, Santi nos recuerda la archiconocida fábula de la Rana y del Escorpión, seguro que la habéis escuchado alguna vez, siempre desde un tono bélico y lleno de acción.
La historia nos presenta a dos bandos rivales: el clan de la Rana y el clan del Escorpión. Ambos bandos combaten para reclamar unas tierras, sin embargo su combate se desarrolla en el mar, donde podríamos decir que las ranas tienen cierta ventaja, ya que por lo visto, ellos saben nadar y los escorpiones no. Tras una dura batalla, un guerrero del bando Escorpión queda a la deriva y desesperado le pide ayuda a una guerrera Rana. Ella tras dudarlo un segundo, accede a ayudarle, pero el Escorpión, presa del pánico, realiza un movimiento impulsivo y ambos acaban mal parados, precisamente como ocurre en la leyenda de la Rana y el Escorpión.
Las leyendas se caracterizan por dejarnos una enseñanza. En este caso, podríamos decir que muchas veces por miedo y falta de confianza actuamos de manera irracional y autodestructiva. Y muchas veces nuestra buena fe, no siempre es recibida como esperábamos, por lo tanto, siempre se debe estar alerta. Probablemente, cada lector tras devorar esta historia habrá pensado "qué estúpido el escorpión, si no tenía nada que perder", sin embargo, él también era consciente de eso y aún así actuó de esa manera, ¿quién podría juzgarle? Por otra parte, la rana se confió en que nadie en su sano juicio al encontrarse entre las cuerdas actuaría de manera tan irracional, pero recordemos que son enemigos por naturaleza, y siempre hay que mantener un ojo alerta.
Esta obra de Santi me llamó la atención por tres motivos: el primero, es su capacidad creativa y cómo se le ocurrió interpretar esta leyenda de esta manera tan magistral, ya que son historias que casan perfectamente; la segunda, la sensación de familiaridad que recibían viñeta tras viñeta, y es que no podía evitar relacionar su historia con la leyenda y asombrarme de lo bien integradas que estaban; y por último, el diseño de los personajes, asegurándose siempre que podamos identificarlos con su bando, ya sea por las banderas de los barcos, por los ropajes de los personajes o incluso por sus poses animalescas.
Sara 👽
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