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jueves, 1 de diciembre de 2022

Just Friends - Spin off



WARNING WARNING
Esta reseña puede contener spoilers, por favor, leed primero el cómic y después la reseña (vamos, lo lógico y normal, pero quien avisa no es traidor...)

Vale, ¿lo habéis leído ya? Que empezamos, ¿eh?

Ahora sí que sí, ¿eh?

Que va... se viene...

3...

2...

1...

Que en Translation Time todo lo que tenga el nombre de Ana Oncina nos encanta no es ninguna novedad. Y claro, si encima nos trae un Spin-off de su mangañol Just Friends pues entonces ya una está contenta para el resto de la semana (podéis ver la entrevista que le hicimos aquí). Porque sí, Ana nos trae en este one-shot un capítulo adicional a su cómic, que si no habéis leido pues no sé yo muy bien qué estáis haciendo con vuestra vida, pero bueno. Para los más despistados el manga nos cuenta las experiencias de Erika, una chica tímida que sufre acoso escolar, en un campamento de verano donde conoce a Emi, una chica muy dicharachera. Sin embargo, las páginas del spin-off se centran precisamente en el periodo antes de que Erika vaya a dicho campamento y nos abre un poco más la ventana para ver su relación con otro de los personajes del manga: Celia.

*Gasp* They were roommates a couple

Nos parece una idea estupenda expandir más sobre esta relación, pues si bien en el manga vemos la tirantez por parte de ambas, nos faltaba también bastante contexto, sobre todo de parte de Celia. Porque aunque es cierto que el capítulo coge el punto de vista de Erika, es precisamente de su compañera de la que más descubrimos cosas, sobre todo un punto muy importante: la presión social que ejercen los demás en ella. Se nos muestra así un personaje que hará todo lo posible por mantener su estatus social, aunque eso signifique pisotear a otros. Sin embargo, antes de sacar los pinchos y las antorchas hay que recordar que se trata de una adolescente que no tiene ni idea de qué cojones está pasando y que probablemente estará cagada de miedo. ¿Excusa eso su comportamiento de mierda? Por supuesto que no, pero creo que este capítulo nos sirve para ver que no todos los malos son tan malos.

No podía faltar una frikireferencia


Pili 🌙  

sábado, 20 de febrero de 2021

Voces que cuentan

Título del cómic: Voces que cuentan. Una antología
Guionistas: Julia Otero, Lola García, Diana López Varela, Estefanía Molina, Eva Amaral, Leticia Dolera, Sandra Sabatés, Almudena Grandes, Patricia Campos.
Artista: Ada Diez, Agustina Guerrero, Akira Pantsu, Ana Oncina, María Hesse, Raquel Riba Rossy, Sandra Cardona, Sara Herranz, Sara Soler.
Editorial: Planeta Cómic
Género: Antología, Feminismo, Relatos
Número de páginas: 144 páginas
Volúmenes: 1
Estado: Completo
Precio: 20'00€
IBN: 978-84-1341-512-3

Voces que cuentan es la novedosa antología que nos trae la editorial Planeta Cómic llena de escritoras y artistas que destacan en el panorama audiovisual de nuestro país. Cuenta con nueve historietas cada una de ellas guionizada e ilustrada por una mujer distinta, lo que compone una antología variada y llena de matices y sabores de los que disfrutar a cada página. Su título, como nos explica el editor en la presentación, no podía ser más acertado, pues el libro pretende demostrar todas las historias que en ocasiones las mujeres no nos atrevemos a contar por distintos motivos (que se verán ilustrados en las diferentes historias). Sin duda todas hemos sufrido este tipo de estigma a la hora de alzar nuestra voz, hasta nosotras nos las vimos con duda sobre empezar el blog en su día. Y es que desde Translation Time nos parece súper importante que haya más contenido comiquero hecho por mujeres ya que es un mundo que todavía hoy se ve influenciado en su mayoría por la mirada masculina.

Dado que se trata de distintas historia, a continuación veréis los títulos que conforman la antología con una pequeña reseña sobre cada una (al estilo Planeta Manga) para después dar una pequeña valoración general.

Historias

«Julio» de Julia Otero y Ada Diez


Julio es la historia que abre esta antología a mano de la celebre Julia Otero, conocida por su trabajo en radio. A la viñeta jeje ¿lo pilláis? Como «a la pluma» la acompaña Ada Diez, de quien seguro que os suena alguna que otra campaña gráfica. Su estilo desde luego se nutre mucho de esto: líneas gruesas, colores muy brillantes y escenas de tono pastiche con distintas texturas que forma un collage precioso. En especial merece la pena prestarle atención a como las líneas negras dan carácter a los personajes y enmarcan las expresiones dándoles una gran presencia en la página. Quizás los cuadros de narración podrían haber sido un poco más flexibles en vez de ser meros cuadros para que así se fundiese mejor con la obra, pero lo cierto es que ese aspecto geométrico crea una armonía que probablemente no se conseguiría al cambiar su forma. Con respecto a la trama, Julia ha querido centrarse en su padre, una figura sin duda muy importante para ella y uno de sus fans más aférrimos sin duda alguna. Dentro de la antología, es bonito ver que se añaden figuras masculina sin quitarle protagonismo al verdadero tema de la antología: la voz femenina. Sin embargo, la historia cuenta con apenas 7 páginas y parece quedarse un poquito coja.

«24 horas» de Lola García y Agustina Guerrero


Seguro que en más de una ocasión habréis visto alguna viñeta de Agustina Guerrero y habéis pensado «joe, esto a mí también me pasa». Pues bien, esta vez os va a pasar justo lo contrario con la historia de Lola García, periodista y analista política, porque desde luego no vais a reconocer ni un poquito el mundo en el que se despierta la protagonista. En estas 24 horas esta mujer va experimentar un mundo donde las percepciones de género se han dado la vuelta, creando un retrato de hombres dedicados a la familia y mujeres empresarias babosas que nos resultaría muy familiar si sus géneros estuviesen cambiados. Hay multitud de ejemplos para comentar en este mundo tan extraño para nosotras, pero el que más nos ha gustado es ese comentario de televisión, que apenas cubre tres viñetas, en el que la noticia de última hora es la creación del gabinete con más «hombres» de la historia. La razón es simple, muestra todo lo que está mal con el llamado «feminismo sensacionalista», que hace que muchos renieguen de este movimiento tan necesario o apliquen acciones a las que la etiqueta de «feminista» les queda un poco grande. También, por supuesto, las caras de WTF de la protagonistas nos representa a nivel espiritual.

«El bicho» de Diana López Varela y Akira Pantsu


Por estos lares ya conocemos muy bien a Akira Pantsu por su colaboración con Planeta Manga, pero en esta ocasión viene acompañade de Diana López Varela, autora de libros como No es país para coños (ay que triste y cierto es eso Diana) y directora de filmes como Feminazi. Con semejante duo no es de extrañar que El bicho sea sin duda una de historias mejor representadas de la antología. Y es que lo dijimos y lo seguiremos diciendo, ¡pero que bonitas que son las páginas que hace Akira!. Esos elementos fuera de la viñeta que se entrelazan con los sucesos y esa forma de utilizar los sonidos y los puntos de vista de los personajes para mostrarnos una realidad diferente es simplemente preciosa. Como no mencionar también el uso de los colores rosas para los momentos positivos y los verdes para los más envenenados, mostrando un contraste que consolida los cimientos de la trama. Pero es que además acompañade de una historia como la de Diana adquiere un nivel aun más trascendental, pues da una imagen muy exacta de lo que es sufrir problemas alimenticios y lo duro que es vivir con esta clase de enfermedad que, como un bicho, se agarra a tu ser y te va succionando la vida poco a poco. Uno de sus puntos más importante sin duda es ese final esperanzador, pues como Diana nos hace ver siempre hay luz al final del camino, sean cual sean nuestros bichos.

«Auctoritas» de Estefanía Molina y Ana Oncina


El nombre de Estefanía Molina debería ser un nombre con suficientemente peso como para ser reconocida con facilidad, no solo por sus muchas apariciones en programas como Al Rojo Vivo o La Sexta Noche y su columna Con V de Voto, sino por ser una de las voces femeninas con más presencia en el mundo del análisis político. Sin embargo, como bien ha ilustrado Ana Oncina, se tiende a dar menos importancia a estas voces a pesar de tener tanto peso, o incluso más en algunos ámbitos, que sus contrapartes masculinos. En Auctoritas se nos presenta por lo tanto una pequeña historia sobre la importancia de alzar nuestra voz (tema clave de la antología), dejando atrás el estigma de que nuestra opinión no es valida o no es lo suficientemente importante. ¿Cuántas veces nos hemos quedado calladas a la hora de opinar sobre algo pensando que lo que vamos a decir no es relevante? En ocasiones parece que nos da miedo tener más conocimiento que nuestros colegas, algo que se tenemos que desaprender para poder expresar nuestras opiniones sin miedo. Aunque es cierto que quizás el hilo conductor dentro del cómic es un poco disperso, sin duda es una de las historias que mejor plasma la idea de dar fuerza a la voz femenina.

«Soledad» de Eva Amaral y María Hesse


La cantante Eva Amaral, voz principal del grupo Amaral, no necesita presentación ninguna al igual que su canción Soledad estrenada en 2019. Sus letras se ven ahora retratadas con el estilo de María Hesse, conocida por sus preciosas biografías ilustradas. Mujeres de rostros amplios que se muestran de frente, sin nada que ocultar, rodeadas de flores y tonos pastel acompañadas de poesía. Este relato ilustrado se nutre de la armonía entre dibujo y letra, y recomendamos encarecidamente escuchar la canción mientras se lee, pues da un mayor impacto. Con respecto a las ilustraciones, además de ser muy agradables a la vista por sus trazos sencillos y colores, también esconden mensajes muy metafóricos. Como ejemplo resaltar esa abertura en el pecho del personaje principal (muy típico de las ilustraciones de María) de la que va saliendo un rosal que poco a poco va cubriendo más la página.

«Más mujer» de Leticia Dolera y Raquel Riba Rossy


En esta ocasión la historia que nos encontramos se trata de un fragmento de Morder la manzana, libro de la actriz, directora y también guionista Leticia Dolera. Su ilustración está a cargo de Raquel Riba Rossy, más conocida por ser la creadora del personaje Lola Vendetta. Si conocéis su obra sin duda ya tenéis una idea de qué vamos a encontrar en este cómic. Efectivamente, vamos a ver mujeres diversas que no se callan ante las injusticias que les ha tocado vivir. Porque en Más mujer veremos una conversación entre dos amigas, una de ella actriz a la que le han pedido que use un sujetador con relleno para tener más pecho porque claro, así se nota que es más mujer ¿no? Lo triste es que se trata de una situación que se sigue dando en muchos medios de comunicación. ¿A que os viene a la cabeza más de una mujer súper despampanante a la que catalogan como reina de la feminidad? Y como no, al lado de un señor cuya apariencia no es precisamente lo más estético del mundo. El relato alza la cuestión de como se percibe el género en los medios de comunicación de forma muy importante, aunque desgraciadamente su final nos deja con un sabor un tanto agridulce. Si bien la protagonista encuentra apoyo en su amiga, no lo hace en sus compañeras de trabajo, que no parecen tener problema ante la decisión de la cadena. El hecho de que la reflexión final es que ella misma tenga que ceder un poco para poder seguir trabajando en la serie quizás podría haberse modificado un poco al tratarse de una historia corta, para intentar mostrar un poco de esperanza y unionismo a la par que otros relatos de la antología.

«Pasos de tortuga» de Sandra Sabatés y Sandra Cardona


Si queréis conocer a Sandra Sabatés solo tenéis que encender la televisión por la noche y marcar la Sexta para ver El intermedio. Sí, esa chica que veis presentando, y que además es la autora del libro Pelea como una chica (súper recomendable por cierto), es quien a través de cuatro generaciones nos va a mostrar los cambios y pasos que han dado las mujeres españolas, desde 1905 hasta la actualidad. A mano de la artista Sandra Cardona, también de Granollers, daremos un paseo en el tiempo empezando con tonos blancos y negros con un único personaje mostrando el rojo: una niña que recibe como regalo una frasquito de perfume con forma de tortuga. A lo largo de la historieta veremos como los colores empiezan a surgir, primero con una capa de sepia y poco a poco tomando control de la página. Eso sí, siempre con una protagonista que resalta vistiendo un valiente rojo. Y es que poco a poco, a base de mucho trabajo y una determinación inquebrantable, las protagonistas de Pasos de tortuga irán abriendo el camino a la igualdad y la libertad de la mujer para que su protagonista final, la propia Sandra, pueda estar sentada en un plato de televisión mostrando su verdad a miles de espectadores. Porque todavía queda mucho camino, eso es innegable, pero no hay que negar nunca los avances que muchas de nuestras antepasadas han conseguido a base de no detenerse nunca, sin importar lo que digan.

«Por una falda de plátanos» de Almudena Grandes y Sara Herranz


Almudena Grandes es una de las escritoras españolas con más éxito de su país, cuyos libros están llenos de fuertes personajes femeninos. Desgraciadamente no podemos tener un libro entero en una antología, así que esta vez se nos presenta Por una falda de plátanos, un relato que ya se publicó en 2010. En este fragmento, cargado de la narrativa casi lírica tan característica de su autora, nos muestra a una Almudena adolescente en su primer encuentro con la vedette Josephine Barker y el impacto que esto produce a una niña rodeada de la ideología de los finales del franquismo. A esto le acompañan las ilustraciones de Sara Herranz, con figuras muy bien definidas en las que se nota en ocasiones la ausencia de alguna parte (rostro, pecho...) para representar ciertos sentimientos que evocan el propio relato. Sin embargo, a pesar de ambos elementos son de una calidad extrema, se echa un poco de menos su unión, dando la impresión de que texto e imagen son dos entidades distintas. La presencia de los hilos en varios de los dibujos intenta conectar esto sin que su retiración sea lo suficientemente relevante. Quizás hubiese sido más interesante intentar integrar la historia y las imágenes un poco más, manipulando la tipología, jugando con los limites de estos dos campos, etc. Esto no quiere decir, por supuesto, que no se pueda disfrutar del relato tal y como siempre se hace con las obras de dos mujeres a la par de Almudena y Sara, que con plátanos e hilos nos hacen reflexionar sobre el pasado.

«Mzungu» de Patricia Campos y Sara Soler


Mzungu es el nombre que en Uganda utilizan para llamar a los blancos, tal y como Patricia Campos nos cuenta en este relato. Ya conocíamos a Sara Soler en su participación en la revista Planeta Manga, pero en esta ocasión nos presenta un estilo ligeramente distinto, más alejado de las características del manga. ¡Y además con color! A través de sus viñetas vamos a seguir la vida de Patricia, la primera mujer piloto de reactor de la armada (ole sus ovarios), pero el ambiente inhóspito al que tuvo que hacer frente al ser una mujer homosexual en un mundo de hombres le hizo dejarlo. Sin embargo, esto no es una historia de rendiciones, sino de buscar nuevos caminos y abrirse paso para seguir lo que de verdad te hace feliz. En este caso, el fútbol. Y es que con poco más que un balón y un ímpetu envidiable, Patricia se marchó a Uganda con la iniciativa Goals for Freedom. Tal y como dice más tarde Sara, son muchas las mujeres que tienen una relación un tanto tirante con este deporte debido a su fuerte bagaje masculino. Sin embargo, el relato nos muestra a la perfección como un deporte no debería tener esta clase de connotaciones, pues al final se trata de una actividad que une a la gente y con la que se puede sacar más de una sonrisa.

En definitiva


En su tiempo, cuando las integrante de Translation Time estábamos planteándonos hacer un blog sobre cómics y cositas con viñetas, como nos gusta decirle, nos planteamos muchísimas preguntas. Una de ellas fue ¿y a quién le va a importar lo que digan dos chicas sobre el cómic? ¿Eso no es solo de tíos? Estamos hablando de hace poco más de un año, lo que ilustra lo necesarias que son antologías como esta que recojan relatos hechos por y para mujeres, para que así, cada día, haya menos chicas que se hagan esa pregunta. Porque además, es maravilloso ver a voces con tanto poder utilizar un medio como el cómic para transmitir su mensaje. 

Ahora bien, sí que es cierto que echamos de menos a algunas personas dentro de esta antología, sobre todo porque incluso algunas de sus participantes admiten no conocer mucho sobre este mundo. Obviamente eso no quiere decir que no tengan cabida y desde luego el resultado es más que satisfactorio, pero hubiese sido bonito aprovechar para reunir a mujeres que actualmente se dedican al cómic. Sin embargo, sospechamos que debe de ser muy difícil coordinar a todas estas colaboradoras y que entre todos los compromisos más de una habrá tenido que rechazar la oferta. No pretendemos, ni mucho menos, quitarle el pedazo de merito que tiene esta antología, sino dar una pequeña idea quizás para una segunda parte más enfocada en el mundo de la novela gráfica.

martes, 4 de febrero de 2020

MANGAKA

WARNING WARNING
Esta reseña puede contener spoilers, por favor, leed primero el cómic y después la reseña (vamos, lo lógico y normal, pero quien avisa no es traidor...)

Vale, ¿lo habéis leído ya? Que empezamos, ¿eh?

Ahora sí que sí, ¿eh?

Que va... se viene...

3...

2...

1...

No sabíamos que Ana Oncina volvería a colaborar con la revista y la verdad es que en cuanto vimos una historia nueva suya se nos puso esta cara 😍. ¡Así que comencemos con la reseña de Mangaka!

Lo primero de todo, en el número anterior nos quedamos con unas ganas terribles de comentar más en detalle el estilo de dibujo de Ana Oncina porque es increíble y un estilo muy propio. Sin embargo, decidimos no hacerlo porque nos estaba quedando muy larga la reseña, así que a ver si con ésta no nos enrollamos demasiado y podemos dedicarle unas merecidas palabras: 

La apariencia tan sintética de sus dibujos le permite mostrar los detalles realmente importantes para hacernos entender qué está ocurriendo y dónde en cada momento. Esta apariencia tan limpia la consigue con el uso de una línea uniforme, sin variación de grosor, con una gama de color monocroma en gris y con formas sintéticas sin el uso de texturas ni sombras. La línea del dibujo tan precisa contrasta con las líneas de los marcos de las viñetas y las de los bocadillos, dándole un énfasis mayor que aporta mucha frescura y vitalidad. 

A pesar de haber tantos detalles, la línea recta le da un sentimiento de orden magnífico. Ojalá mi casa estuviera así de ordenada...

La historia se centra en Ona, una chica que trabaja en una cafetería y durante un día lluvioso (el típico en el que nadie va a la cafetería porque se queda haciendo plan de manta-peli en casa) aparece un chico misterioso, un chico que dice ser mangaka. ¿Casualidad? No lo creo. Por una parte, al desvelar su profesión y al quedar Ona tan emocionada con ello, pensé que probablemente el sueño de Ona era ser mangaka y que en números siguientes podríamos saber más sobre eso, pero de repente me acordé de que es una historia corta, por lo que, nsnc (no sabe no contesta); por otra parte, pensé que el chico podría ser mangaka para visibilizar la propia profesión de la autora y hacernos ver que a pesar de ser un trabajo muy molón, lleva mucho curro detrás. ¿Vosotros qué pensáis? ¿Es casualidad que el chico misterioso sea mangaka o pensáis que hay algún motivo detrás? ¡Creemos debate en la sección de comentarios!

Dicho ésto debo añadir que aunque la trama en sí es sencilla, hubo momentos en los que consiguió sacarme una sonrisilla, como por ejemplo cuando detecté la siguiente fase: "Qué bajona, con 30 años y soltera". Ésta es una clara referencia a otro de los cómics de Ana Oncina, "los fucking 30", una obra de la que haremos una reseña más adelante, así que avisados estáis :)

Autopromosióooo sutil

Bueno, y hasta aquí la reseña de hoy. Espero que os haya gustado.

Hasta mañana,

Sara 👽

viernes, 20 de diciembre de 2019

Neko Grl

Vale, vale, vale… Neko Grl… ¿podemos pararnos un momento a admirar el trabajo de Ana Oncina? O sea, sus dibujos, su estilo… me flipan. Me encanta la composición de las viñetas en las que vemos todo tipo de detalles (decoración de las habitaciones, planos detalle de las comidas, etc.) pero a la vez no me resulta recargado. En serio, es que no me canso de decirlo, los dibujos son increíbles.


A esto me refiero con habitaciones con todo tipo de detalles (just mindblowing)

En cuanto a la trama gira en torno a Kuro, una chica obsesionada con el grupo Neko Grls que conoce a una chica por internet (Neko_Girl) que comparte su sentimiento y finalmente logran reunirse para ver un concierto.

En cuanto a este cómic, tenemos interpretaciones distintas. La primera, la más normal, vaya, es la de unas chicas que comparten la misma pasión. Para ellas, no importa su apariencia física, es decir, el objetivo no está en saber quién es la amiga, está en saber que a pesar de la distancia y de que quizás otras personas no respeten su hobby, siempre habrá una persona dispuesta a compartir sus gustos. Es una nueva luz a esa clase de amistades digitales que se forman hoy en día y que cada vez forman más parte de la realidad, quiero decir, así nos conocimos nosotras ;)

En mi opinión, lo que primero empezó siendo una adorable máscara de un grupo, al que ¡qué leches! Si fuera real probablemente yo también sería fan, se volvió algo siniestro y cuanto menos sospechoso… Ya que cuando las amigas se encuentran por primera vez, Neko_Girl recibe a su amiga con la máscara del grupo… que vosotros pensaréis… bueno, Sara, no seas catastrófica, las chicas no se habían visto nunca y de alguna manera debían reconocerse... Ya, pero en ningún momento se quita la máscara, solo le entrega una a Kuro para ¿normalizar la situación y no tenga que quitársela?...


¡Dios, pero qué mal rollo que da!

Por desgracia, esta es una de las historias cortas, por lo tanto, en el número siguiente no contaremos con su aparición… pero si realmente necesitáis vuestra dosis de estos maravillosos dibujos, os recomiendo que veáis las ilustraciones de Inkctober de esta artista, ya que son una maravilla, y van de comida así que os encantarán sí o sí.

Sara 👽