WARNING WARNING Esta
reseña puede contener spoilers, por favor, leed primero el cómic y
después la reseña (vamos, lo lógico y normal, pero quien avisa no es
traidor...)
Vale, ¿lo habéis leído ya? Que empezamos, ¿eh?
Ahora sí que sí, ¿eh?
Que va... se viene...
3...
2...
1...
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¿Escucháis eso al fondo? Son mis lágrimas cayendo porque se nos acaba Nebesta. Ays, que voy a hacer yo sin mi panda de inadaptados favorita (se reclina cual señora de cuadro dramático). Y es que vamos a echar muchísimo de menos las aventuras de Teresa y compañía, no solo porque formaban un grupo estupendo con tonos de comedia que funcionaban perfectamente, sino porque ha sido una historia que nos han sorprendido mostrándonos personajes muy profundos, con un montón de aristas, a la vez que no perdía nunca esa chispa de diversión y aventura.
Porque sí, vale, la historia iba de subir una montaña, pero si rascamos un poco más hemos podido ver en directo (badum bass) la progresión de un personaje como Teresa en primerísimo plano. Desde ese primer capítulo en el que se nos mostraba hosca y altanera hasta este último donde la vemos mucho más sonriente y relajada, aceptando el cariño de los que la rodean y tomando decisiones en pos de su propia felicidad, no de los deberes que le han sido impuestos.
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Poor Laia.
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Y es que creo que esta conversación con Erea es una forma estupenda de finalizar la obra. Teresa, que representa ese cambio, esa novedad que vendrá al reino, quiere quitar la prueba mientras que Erea, más anclada en tradiciones y costumbres, no está segura de que sea buena idea. Sin embargo, este "conflicto" de ideas se hace con una conversación, pues ambas son capaces de reconocer las razones de la otra. Era comprensible que su hija quiera algo mejor, mientras que Teresa entiende el motivo de las decisiones que ha tomado esta (que también te digo, si quieres que tu hija tenga una transición al reinado fácil, que la gente la acepte y todo eso, yo que sé, hazle una entrevista con perritos no la mandes a una montaña mortal hija mía).
Incluso Oskitz y Laia han tenido una progresión bastante buena: uno comienza a mejorar con su magia y tiene acceso a toda una biblioteca para seguir avanzando mientras que la mismísima Laia reconoce a Teresa como parte de su grupo (a pesar de que desgraciadamente no consigue sus zorros antílopes, cosa que me parece fatal #JusticeForLaia).
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¿Soy esta persona? Soy esta persona.
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Pero claro, aquí lo que todos queremos hacer es abrir la caja de fangirl que ya os conozco así que a tirarle:
¡MIS NIÑASSSS! ¡¿PERO LAS HABÉIS VISTO!? QUE TERESA ESTÁ LIGANDO CON ELLA ASÍ EN MITAD DE LA FUENTE Y MURIEL LE ESTÁ HACIENDO UNA CANCIÓN, ES QUE SE QUIEREN UN MONTÓN Y SON SÚPER BONITAS Y SE LO MERECEN TODO Y ESA ILUSTRACIÓN DE LA BODA AY MI MADRENOPUCMESXORO
Yyyy vamos a cerrar la caja de fangirl. Pero mare mía, si es que sabía yo que Vanesa y Konata no me iban a decepcionar, que preciosas. Diez capítulos shipeando pero por fin tenemos ese besazo que se tendrían que tirar comiéndose la boca un capítulo entero. Me alegra un montón que en ese sentido todo le mundo parezca aceptar súper bien la relación de Muriel y Teresa y les deseo que se vayan a veinte mil aventuras cogiditas de la mano mientras Laia explota algo por el fondo y Oskitz se dedica a cambiar de forma al becario.
Y ahora la verdadera pregunta, ¿dónde está mi tomo?
Pili 🌙